En un mundo cada vez más afectado por la contaminación ambiental, el plástico se ha convertido en uno de los mayores desafíos ecológicos. Cada año, se producen más de 400 millones de toneladas de plástico, de las cuales al menos 14 millones terminan en los océanos, afectando gravemente la vida marina y los ecosistemas naturales. De hecho, se estima que más de 100.000 animales marinos mueren anualmente por ingerir o enredarse en residuos plásticos.
Frente a esta alarmante realidad, el compromiso de empresas y ciudadanos es fundamental. En el marco del Día Internacional Libre de Bolsas Plásticas, Makro Colombia celebra un hito ambiental significativo: cuatro años consecutivos sin vender bolsas plásticas de un solo uso en sus tiendas del país.
Desde que implementó esta medida en 2021, Makro ha evitado la circulación de más de 3 millones de bolsas plásticas, lo que representa 88 toneladas de plástico que no terminaron contaminando vertederos ni ecosistemas. Para ponerlo en perspectiva, esta cantidad de plástico equivale a que todos los asistentes a los 60 conciertos de la gira de estadios de Karol G llevaran una botella plástica de 1 litro, suficiente para cubrir nueve veces la Plaza de Bolívar en Bogotá.
Más allá de las bolsas: una estrategia integral de sostenibilidad
El compromiso de Makro va mucho más allá de eliminar bolsas plásticas. La compañía ha adoptado una estrategia integral de sostenibilidad que incluye:
- Sustitución de bolsas plásticas por bolsas de caña de azúcar para frutas y verduras a granel, con menor impacto ambiental.
- Rediseño de empaques de marcas propias para incorporar materiales reciclados y facilitar su disposición final.
- Reducción del desperdicio de alimentos, con iniciativas como el “Sticker Salva-Vidas”, que ayuda a los clientes a identificar el nivel de maduración de frutas y verduras y sugiere recetas para aprovecharlos en cualquier estado.
- Certificación LEED en 11 de sus tiendas, demostrando altos estándares de construcción sostenible.
Un modelo de negocio con impacto positivo
Makro también ha lanzado la plataforma “Makro también es mikro”, que busca ampliar su impacto positivo hacia nuevos públicos, ofreciendo productos en presentaciones flexibles, a precios bajos y sin necesidad de membresía. Esta transformación refleja un modelo de negocio que equilibra el crecimiento económico con el bienestar social y ambiental.
“La sostenibilidad es parte del ADN de Makro. No se trata solo de eliminar bolsas plásticas, sino de transformar profundamente nuestra relación con el medio ambiente y con nuestros clientes”, afirmó Nicolás Tobón, CEO de Makro Colombia.
🛑 ¿Por qué debemos actuar ahora?
El uso descontrolado del plástico no solo contamina, sino que también afecta la salud humana. Microplásticos han sido encontrados en el agua potable, en alimentos y hasta en el cuerpo humano. Si no se toman medidas urgentes, se estima que para 2050 habrá más plástico que peces en los océanos.
Por eso, acciones como las de Makro son un ejemplo de cómo el sector privado puede liderar el cambio hacia un futuro más sostenible. Pero también es una invitación a que todos, como consumidores, adoptemos hábitos más responsables: reutilizar, reciclar, reducir y rechazar el plástico innecesario.