El Coraje de hablar desde la verdad
En un mundo donde la apariencia sigue marcando destinos, donde el mérito aún se mezcla con los privilegios invisibles y donde la voz femenina continúa reclamando espacio y dignidad, emerge una mujer que ha hecho del pensamiento crítico, la coherencia y la vulnerabilidad sus formas más auténticas de poder.
Carito Ochoa, cumple 20 años de carrera periodistica, atravesando una vida marcada por la resiliencia. Su historia no solo se escribe en redacciones, programas de radio o cámaras de televisión; también en la batalla silenciosa que ha librado contra la enfermedad, el acoso y la exclusión que enfrentan las mujeres que no encajan en los moldes de la belleza hegemónica.
Una voz formada entre la conciencia social y la justicia
Su mirada política nace desde un punto íntimo: la comprensión profunda de los privilegios y capitales —económicos, culturales, simbólicos y estéticos— que moldean nuestra vida sin que lo notemos.
Ese momento la llevó a un activismo que no necesita etiquetas ruidosas sino coherencia vital: construir justicia desde los territorios, desde las voces ignoradas, desde la comunicación que genera conciencia y acción.
Por eso se define como militante de los Caminantes de la Utopía, movimiento social que trabaja por el equilibrio entre lo social, ambiental y económico, siempre desde la colectividad.
Caro nació en el Valle del Cauca, creció en el Quindío y viajó por distintos territorios, aprendiendo desde pequeña que Colombia es un país de múltiples realidades. En su niñez vivió el sobrepeso, pero nunca la falta de seguridad: los adultos la trataban como una pequeña celebridad del pueblo, mientras los niños le enseñaban la crudeza de la burla y la diferencia.
Curiosamente, la adolescencia —cuando ya no tenía sobrepeso— fue la etapa en la que más presiones sintió sobre su cuerpo. La comparación, el escrutinio y la exigencia estética nacieron en ese período y más adelante derivaron en estrés y desórdenes alimenticios que marcaron su vida adulta.
Aun así, desde pequeña había una certeza: su amor por las palabras. A los 12 años ya publicaba en periódicos escolares. Aunque soñó con ser psicóloga, la vida la llevó a la publicidad y finalmente al periodismo, el oficio donde encontró su propósito: contar historias que despierten consciencia.
Carolina no idealiza la maternidad. La vive con sinceridad, amor y humor.
Cuenta que un día —como si una cigüeña despistada hubiera insistido sin previo aviso— llegó a su vida Ana Sofía, la niña que transformó todas sus certezas.
Le dio un nombre compuesto: Ana, que significa noble; Sofía, que significa sabiduría.
Su hija, dice, "Es brillante, ingeniosa, empática, sorprendente." La maternidad ha sido un camino complejo, agotador, bellísimo y formador; y aunque no siempre ha sido fácil, asegura que la elegiría una y mil veces.
Su trayectoria y sus tres luchas
Durante dos décadas, Carito ha construido una voz propia en medios como MásMusica.FM, TVN Global, Las2Orillas, Al Poniente, MásQVer y El Vanguardista (Ecuador). Desde allí ha tejido una carrera que combina comunicación, gestión cultural y una profunda vocación social. Su pluma, afilada y sensible, ha firmado más de mil artículos que recorren la política, el arte y la condición humana.
Primera lucha: la salud como maestra de fortaleza
Años recientes la enfrentaron con desafíos médicos que la obligaron a detener el ritmo. Entre exámenes, diagnósticos y tratamientos, Carito aprendió a transformar el dolor en propósito. En lugar de rendirse, convirtió la enfermedad en una maestra de prioridades: “El cuerpo también comunica, y a veces lo hace para recordarnos que debemos volver a escucharnos”, confiesa.
Hoy, desde esa experiencia, enseña en sus conferencias que el bienestar no se mide en productividad, sino en equilibrio entre lo que se hace y lo que se siente.
Segunda lucha: el acoso y la misoginia institucional
Su segunda gran batalla ha sido contra el acoso psicológico y laboral ejercido por hombres con poder. Durante años, Carito enfrentó la hostilidad de un entorno donde la misoginia se camufla bajo el lenguaje de la jerarquía. Fue señalada, desacreditada y presionada, pero no se quebró.
Con valentía, llevó su caso a instancias institucionales, abriendo un debate sobre la violencia simbólica que enfrentan muchas comunicadoras en el ámbito público. Su historia es también la de muchas mujeres que se negaron a callar. “Hablar no me quitó fuerza, me la devolvió”, dice.
Tercera lucha: resistir sin los privilegios de la belleza hegemónica
Carito nunca se amparó en la estética impuesta para abrirse camino. En un medio donde la apariencia aún dicta jerarquías, ella eligió el poder de la palabra, la autenticidad y la coherencia.
Su trayectoria —que incluye entrevistas con figuras como Brilligte Baptiste, Diana Ángel, Cesar Mora, Víctor Gaviria, producciones con artistas reconocidos, colaboraciones internacionales y el impulso a otros talentos emergentes— es testimonio de una mujer que ha hecho del contenido su belleza más poderosa.
Ha demostrado que la influencia no depende de un rostro perfecto, sino de un mensaje honesto.

Una carrera que sigue creciendo
En 2025, Carito celebra no solo sus 20 años de carrera, sino un año especialmente fructífero: entrevistas en televisión, más de 1000 artículos publicados, reuniones con los ministros de Trabajo e Inclusión, hace parte del libro “Hilando Recuerdos” con el relato “A la venta estampitas de heroínas”, reels virales con influencers como Pepe Cardona, y hasta se convirtió en una caricatura junto al El Mico que Habla.
Además, ha demostrado que el éxito también se mide en lo humano abriendo espacios para sus amigos, generando proyectos y espacios donde todos puedan brillar.
El legado de una voz libre
Carito Ochoa representa a una generación de mujeres que encontraron en la comunicación un acto de resistencia. No busca likes, busca legado. Su historia recuerda que la verdadera imagen personal no se construye con filtros, sino con verdad, propósito y coherencia.
A veinte años de haber iniciado este camino, Carito sigue demostrando que el éxito no siempre luce perfecto, pero sí puede ser profundamente transformador.
Actualmente posa su mirada en estudiar con Mateus Bolson El filósofo contemporáneo quien dara inicio a su curso “Historia de la Estética Filosófica”, Bolson impulsa una nueva cultura del pensamiento filosófico en Latinoamérica con la que Carito Ochoa se identifica.
Una mujer que se reinventa sin miedo
A sus casi 40 años, Caro está replanteando sus metas; entre risas dice que su propósito es ser “rica y poderosa”, pero detrás de la broma hay una verdad está lista para su siguiente etapa, una que construirá con la misma determinación con la que ha enfrentado cada capítulo de su vida.
Carolina Ochoa es nuestra portada de Diciembre porque encarna todo aquello que nuestra revista defiende:
✔ la diversidad como fuerza,
✔ el pensamiento crítico como brújula,
✔ el cuerpo como territorio de dignidad,
✔ la comunicación como herramienta de transformación,
✔ la vulnerabilidad como forma de poder.
Caro es una mujer que no teme contarse desde la herida, el privilegio, la lucidez y la humanidad.
Una mujer que inspira no por perfección, sino por verdad.
Creditos:
Fotografia: @andresreinafotografo
Makeup: @Yuruanyflemingofficial
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